viernes, 8 de febrero de 2019

Adultos mayores analógicos o adultos mayores digitales.

Se denomina nativos digitales a los chicos y los jóvenes nacidos a partir de los años 80 quienes vivieron buena parte de sus vidas rodeados de computadoras y otras tecnologías digitales capaces de contribuir a desarrollar su capacidad de pensar y procesar la información de una manera diferente a como lo hacían sus padres y abuelos.  Si bien es razonable que los adultos mayores sigan siendo el grupo demográfico que ingresa más tardíamente en la utilización de las nuevas tecnologías, las cifras indican una tendencia adulta creciente en materia de consumo de Internet fija y móvil.
La  época en la cual los adultos mayores a duras penas sabían contestar una llamada en los celulares es cosa del pasado. Cada vez más, septuagenarios y octogenarios enfrentan la tarea de aprovechar las posibilidades de la tecnología. Un camino que sus hijos y nietos les ayudan a transitar y en el cual sus conocimientos y experiencia de vida pueden ser escuchadas. Otros, más nostálgicos, extrañan el álbum  de fotos, la máquina de escribir, la carta con estampillas, la radio portátil, el teléfono clásico, etc. La edad no se puede retrotraer, no obstante la tendencia de los adultos a mantenerse en el contexto de las tecnologías de vanguardia los acerca a las nuevas generaciones y a un activo protagonismo social en las redes. Es en esta etapa de la vida en la cual los amigos se empiezan a contar con los dedos de una mano, los hijos se van de la casa, las enfermedades comienzan a hacer las suyas y las redes sociales físicas tienden a debilitarse con los kilómetros de distancia. En el contexto señalado la red le permite el intercambio de conocimientos, técnicas y métodos; le estimula el cerebro, la creatividad y la memoria, le permite encontrar pares con ideas afines, lo  distrae y relaja, le permite ayudar a personas en otras partes del mundo, dar a conocer su obra, su talento y finalmente es una manera de no estar aislado al conectarse con la sociedad actual, con personas de otras edades, otros gustos y otras perspectivas. La red virtual abre la posibilidad a los adultos mayores de poder llegar tan lejos como lo deseen y de esa forma ser reconocidos como una parte importante y necesaria de la comunidad en la que viven.                              Todo conduce a una nueva clasificación: adultos mayores analógicos o adultos mayores digitales, “to be, or not to be, that is the question”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario